MONONUCLEOSIS

Mononucleosis infecciosa
Actualizado: 
Domingo, 17 Febrero 2019

La mononucleosis infecciosa, que a veces se abrevia como “mono” en inglés, es una enfermedad contagiosa. El virus de Epstein-Barr (VEB) es la causa más común de la mononucleosis infecciosa, pero otros virus también pueden causar esta enfermedad. Es común entre los adolescentes y los adultos jóvenes, especialmente los estudiantes universitarios. Al menos uno de cada cuatro adolescentes y adultos jóvenes que se infectan con el VEB presentará mononucleosis infecciosa.

Síntomas

Los síntomas típicos de la mononucleosis infecciosa generalmente aparecen entre cuatro y seis semanas después de que la persona se ha infectado con el VEB. Los síntomas pueden presentarse lentamente y tal vez no todos al mismo tiempo.

Estos síntomas incluyen:

  • Fatiga extrema
  • Fiebre
  • Dolor de garganta
  • Dolor de cabeza y dolores en el cuerpo
  • Ganglios linfáticos inflamados en el cuello y las axilas
  • Hígado o bazo inflamado (o ambos inflamados)
  • Sarpullido

El agrandamiento del bazo y la inflamación del hígado son síntomas menos comunes. En algunas personas, el hígado o el bazo, o ambos, pueden permanecer agrandados incluso después de que pase la fatiga.

La mayoría de las personas mejora en dos a cuatro semanas; sin embargo, algunas personas pueden sentir fatiga durante varias semanas más. A veces los síntomas de la mononucleosis infecciosa pueden durar seis meses o más.

Transmisión

El VEB es la causa más común de la mononucleosis infecciosa, pero otros virus también pueden causar esta enfermedad. Por lo general estos virus se propagan mediante los líquidos corporales, especialmente la saliva. Sin embargo, estos virus también se pueden propagar a través de la sangre y el semen, durante el contacto sexual, las transfusiones de sangre y los trasplantes de órganos.

Otros virus e infecciones que pueden causar la mononucleosis infecciosa:

  • Citomegalovirus*
  • Toxoplasmosis*
  • VIH*
  • Rubéola*
  • Hepatitis A, B o C*
  • Adenovirus*

Prevención y tratamiento

No hay una vacuna que proteja contra la mononucleosis infecciosa. Usted puede ayudar a protegerse al no besarse con otras personas o al no compartir bebidas, alimentos o artículos de uso personal, como los cepillos de dientes, con personas que tengan mononucleosis infecciosa.

Usted puede ayudar a aliviar los síntomas de la mononucleosis infecciosa al hacer lo siguiente:

  • Beber líquidos para mantenerse hidratado.
  • Descansar mucho.
  • Tomar medicamentos que no requieran receta médica para calmar el dolor y la fiebre.

Si usted tiene mononucleosis infecciosa, no debe tomar ampicilina o amoxicilina. Según la gravedad de los síntomas, el proveedor de atención médica puede recomendar el tratamiento de los sistemas de órganos específicos afectados por la mononucleosis infecciosa.

Debido a que su bazo puede agrandarse como resultado de la mononucleosis infecciosa, usted debe evitar los deportes de contacto hasta que se haya recuperado totalmente. Participar en deportes de contacto puede ser extenuante y causar la ruptura del bazo.

Diagnóstico de la mononucleosis infecciosa

Los proveedores de atención médica generalmente diagnostican la mononucleosis infecciosa con base en los síntomas.

Por lo general, no son necesarias las pruebas de laboratorio para diagnosticar la mononucleosis infecciosa. Sin embargo, puede ser necesario hacer pruebas de laboratorio específicas para identificar la causa de enfermedad en personas que no tengan un caso típico de mononucleosis infecciosa.

Los análisis de sangre de los pacientes que tengan mononucleosis infecciosa debido a una infección por VEB pueden mostrar:

  • Más glóbulos blancos (linfocitos) que lo normal.
  • Glóbulos blancos con aspecto poco habitual (linfocitos atípicos).
  • Menos neutrófilos o plaquetas que lo normal.
  • Funcionamiento anormal del hígado.

Período de incubación

Clínicamente hay que destacar la existencia de un período de incubación que oscila entre tres y siete semanas, período que puede prolongarse hasta los 50 días. La duración de la fase sintomática oscila entre dos y cuatro semanas.

En niños de menos de cinco años la infección suele ser asintomática, aunque cuando la enfermedad afecta a niños de más edad y a adolescentes, es posible la aparición de síntomas.

La sintomatología más frecuente es la tríada clásica:

- Fiebre, que puede ser persistente, con una duración de 10 a 14 días.

- Faringitis (faringe eritematosa con exudado puntáceo, gris) muy dolorosa.

- Adenopatías cervicales posteriores, occipitales, retroauriculares, etc. de carácter inflamatorio.

Otros síntomas y signos que también pueden aparecer son los siguientes: malestar general, cefalea, dolor abdominal, nauseas y vómitos, esplenomegalia, hepatomegalia, exantema e ictericia.

Cuando la mononucleosis infecciosa aparece en la edad adulta, presenta unas características propias, entre las que destaca la presencia de fiebre como síntoma más habitual; la linfadenopatía y la faringitis aparecen sólo en el 50% de los casos. La ictericia, al igual que la hepatomegalia, aparecen con mayor frecuencia en pacientes adultos.

Por otra parte, el cuadro sintomático no siempre se presenta de forma completa.

En lo que respecta al comienzo del proceso, éste puede iniciarse de forma abrupta, aunque lo más usual es que aparezcan síntomas prodrómicos que incluyen febrícula, escalofríos, diaforesis, anorexia y malestar. La sintomatología característica, que aparece tras el período prodrómico, habitualmente empeora durante las 2-3 semanas que siguen a la aparición de los primeros síntomas; durante este período la infección es también más contagiosa.

En general, la infección se resuelve de modo espontáneo al cabo de 2-3 semanas. Si bien la capacidad de transmisión de la enfermedad se mantiene hasta 18 meses después de que el paciente haya sufrido la infección primaria, no debe olvidarse que también existe la posibilidad de que el paciente pueda eliminar virus de forma intermitente durante toda su vida, siendo, por tanto, habitual la figura del portador asintomático.