SARNA
Definición
Ectoparasitosis producida por el ácaro de la sarna humana, el Sarcoptes scabiei (var.Homini). Es un ácaro octópodo que parasita la piel del huésped. Es un proceso común a cualquier edad, que puede afectar a todos los estratos sociales, aunque es más frecuente en los grupos de población donde el hacinamiento es habitual y las prácticas higiénicas escasas. Los adultos la adquirimos habitualmente por contacto sexual, mientras que en los niños la transmisión es convivencial.
Etiopatogenia
Se relaciona con la higiene deficiente y con la promiscuidad sexual. La transmisión se produce por contacto directo íntimo, no por contactos breves.
La transmisión indirecta es difícil, pues puede pasar como máximo 3 días sin contacto con la piel. Mientras persistan ácaros o sus huevos, sigue existiendo transmisibilidad.
Una vez que el ácaro alcanza el huésped, busca pareja o, si es una hembra ya grávida, horada un túnel en el que desova a un ritmo de dos huevos al día durante 2 meses. Las larvas salen del huevo tras 2-4 días, abandonan el túnel, y las ninfas mudan tras 4-6 días, iniciando un nuevo ciclo como adultos. A los 15-20 días desde que se puso el huevo, la hembra es ya ovígera. El macho muere tras la cópula.
Periodo de incubación
Es variable, desde 2 días hasta 2 meses. En casos de primoexposición pueden pasar de 2 a 6 semanas antes de la aparición del prurito. Si es reinfestación aparece a los 2-4 días tras la nueva exposición.
Clínica
Prurito intenso, predominantemente nocturno, por reacción de sensibilización a las excreciones de la hembra del ácaro depositadas en los surcos excavados en la piel.
Así pues, las lesiones cutáneas son escoriaciones y surcos característicos, terminados en una vesícula puntiformm une de color negro en donde está la hembra. Son los surcos y eminencias acarinas, que contienen ácaros o sus huevos, junto a las deyecciones. Estos surcos son unas lesiones sobreelevadas, de 1 mm de ancho, que no superan los 2 cm de longitud y en general no son rectos. Además, se pueden encontrar lesiones papulares eritematosas, incluso vesículas, pústulas o costras, que pueden crecer hasta formar nódulos. Habitualmente hay asociadas lesiones de rascado.
En raras ocasiones no hay lesiones dérmicas, y entonces sólo la sospecha clínica por el picor nos podrá conducir al diagnóstico correcto.
Puede afectar a cualquier zona, pero sobre todo a partes cálidas, pliegues y zonas de presión de la ropa. Las más habituales son las manos y pies en los surcos interdigitales, cara flexora de las muñecas, axilas, espalda, nalgas, abdomen, ombligo y genitales. Es excepcional en cara y cabeza, excepto en lactantes y ancianos. En mujeres afecta a menudo a pezones, zona inferior de los glúteos y abdomen, y en varones a axilas, codos, cintura, muslos y genitales (pene y escroto). Las pápulas de la sarna en glande son de color rojo, y la presencia de pápulas en pene y escroto en un paciente con prurito se pueden considerar patognomónicas de sarna.
La sarna noruega es una variante hiperqueratósica y costrosa de sarna, generalizada, que se da en pacientes con sida o inmunodeprimidos. Es tremendamente infestante por el gran número de ácaros que portan las costras. El prurito persiste 1 ó 2 semanas tras el tratamiento, y en ocasiones queda prurito psicógeno residual una vez resuelto el cuadro, que incluso puede desembocar en acarofobia.