Pruebas de la función renal

Creatincinasa o Creatina y BUN

[creatinine] f. (Bioquím.) Sustancia básica, creatina anhidra, producto terminal del metabolismo que se encuentra siempre en la orina. kréas/kreatο‑ κρέα‑ς/‑τος (gr. ‘carne') + ‑īna (quím. ‘sustancia') + ‑īna (quím. ‘sustancia')[Leng. base: gr. (sufijo quím.). Neol. s. XIX. 1851. A partir de creatina.]

La creatinina es un producto de degradación de la creatina, la cual es un elemento importante constitutivo del músculo.

Creatinina

La creatinina es una sustancia de origen muscular constituida por tres aminoácidos. La cantidad de creatinina que aparece en la sangre de un individuo depende de su masa muscular, por tanto, esta concentración será constante para cada individuo si no varía su masa muscular (Valores de referencia: mujeres: 0.4-1.3 mg/dL; hombres: 0.5-1.2 mg/dL).

La creatinina sufre filtración glomerular pero no se reabsorbe y su secreción tubular es mínima. Según esto, el aumento de creatinina en sangre indicaría un gran recambio muscular bien patológico, porque el músculo se está "rompiendo", o bien fisiológico, si el individuo presenta una gran masa muscular, como en el caso de deportistas.

Por otro lado, el aumento de creatinina en sangre puede ser debido a una mala filtración glomerular. Esto se valora con la determinación de creatinina en orina de 24 horas, estableciendo la relación existente entre ésta y la concentración de creatinina en sangre. Este parámetro se denomina Aclaramiento de Creatinina. Sus unidades son ml/min. y valora la filtración glomerular. El valor normal del aclaramiento de creatinina está comprendido entre 100-130 ml/min. Su disminución indica que el glomérulo está filtrando menos de lo debido mientras que su elevación indicaría una filtración anormalmente elevada.

Pruebas de la función renal

Se utilizan dos indicadores para evaluar la función de los riñones, la creatinina y el BUN (sigla en inglés para nitrógeno ureico sanguíneo). Los niveles altos de creatinina y BUN indican una enfermedad del riñón o una deshidratación. Los niveles altos de ácido úrico pueden ser una señal de deficiencia renal, pero también pueden indicar otros problemas como linfoma o inflamación en los tejidos. La deficiencia renal es común en las personas con VIH debido a las toxicidades propias de ciertos medicamentos como el foscarnet (Foscavir) y el tenofovir disoproxil (Viread).

  1. Toma de muestras
  2. Pruebas de función renal

La principal función de los riñones es la depuración de la sangre mediante la formación de orina. Las unidades funcionales del riñón son las nefronas, unos sistemas compuestos por vasos sanguíneos, capilares glomerulares y túbulos, donde se desarrollan tres procesos básicos para la formación de la orina:

  1. La filtración de la sangre que llega a los capilares glomerulares.
  2. La reabsorción tubular de sustancias que no deben ser eliminadas.

  3. La secreción tubular de sustancias que pueden sufrir también los dos procesos anteriores.

Del equilibrio de estos procesos dependerá la correcta formación de orina que presente una composición, densidad, pH y volumen adecuados.

En el laboratorio, la función renal se estudia mediante determinaciones realizadas en muestras de sangre y de orina recogida durante 24 horas, junto con la observación al microscopio del sedimento urinario.

  1. Toma de muestras
  • Las muestras de sangre deben ser tomadas en ayunas para evitar las interferencias debidas a la ingesta de alimentos.
  • La correcta toma de muestra de orina de 24 horas debe realizarse desechando la primera micción de las 8:00 horas, recogiendo todas las micciones durante las 24 horas siguientes en un recipiente adecuado, hasta la micción de las 8:00 horas del día siguiente incluida.
  • La muestra de orina para el estudio del sedimento debe ser la fracción media de una micción, recogida en un recipiente estéril.

Los recipientes necesarios para la recogida de muestras de orina pueden ser suministrados por el centro hospitalario, o en su defecto, adquiridos en una farmacia.

Urea

[urea] f. (Bioquím.) Principio que contiene gran cantidad de nitrógeno y constituye la mayor parte de la materia orgánica contenida en la orina en su estado normal. CO(NH2)2. oure‑ οὐρέω (gr. ‘orinar') [Leng. base: gr. Neol. s. XIX. Acuñado en fr. urée en 1803.]

Principal producto terminal del metabolismo protídico en el hombre y en los mamíferos; es excretada en grandes cantidades por la orina. Su excreción es la función principal del riñón, representando por sí sola bastante más de la mitad del residuo sólido de la orina. Usualmente constituye del 80 al 90% del nitrógeno total; sólo con dietas muy pobres en proteínas puede descender hasta el 60% de N total. Su cuantía es proporcional en todo caso a la ingestión total de proteínas, pero se sigue excretando en proporciones predominantes, incluso al cabo de varios días de ayuno (a las dos semanas, alrededor de 6 g de N ureico), por utilizarse las propias proteínas tisulares.

Su excreción sólo desciende en forma muy aguda cuando el hígado pierde gradualmente la capacidad para su síntesis (atrofia amarilla aguda, cirrosis). También se registra disminución en la acidosis grave, por desviarse parte del N amínico a la formación de amoniaco. Con las dietas habituales, la cantidad excretada por un individuo adulto suele ser del orden de 25 g/día. La urea es prácticamente atóxica, y actúa como diurético. El grave pronóstico de la uremia elevada y su sintomatología no se deben a su acumulación, sino a otras causas concomitantes del fallo renal (nefritis, nefrosis, etc..), que suele ocasionarla.

Es la forma no tóxica del amoníaco que se genera en el organismo a partir de la degradación de proteínas, que provienen tanto de la dieta como del recambio fisiológico. Debido a su pequeño tamaño, presenta una reabsorción y secreción variable en el túbulo renal acompañando al agua. Los valores normalmente observados en sangre para un individuo en ayunas son: 0.1-0.5 g/L.

La retención de urea en sangre refleja el mal funcionamiento renal globalmente, aunque se ve afectado por la dieta rica en proteínas, por el funcionamiento hepático y por estados catabólicos. Además, en el túbulo, la urea acompaña al agua, de modo que, si la diuresis esta elevada, la excreción de agua es mayor y por tanto se eliminará urea. Por el contrario, si el sujeto presenta una diuresis baja (deshidratación, hemorragia, insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal, etc.) aumentará la reabsorción, y por tanto la concentración de urea en sangre.

Electrolitos

Los electrolitos son iones libres que existen en los líquidos corporales. Los principales en líquido extracelular son: Sodio (Na+), Potasio (K+), Cloro (Cl-) y Bicarbonato (HCO3-). Todos los procesos metabólicos del organismo afectan de alguna manera a la concentración de electrolitos en sangre y orina. Su concentración (mmol/l) es determinante para la osmolalidad, el estado de hidratación y el pH de los líquidos corporales. A lo largo de la nefrona los electrolitos son reabsorbidos o secretados según sea necesario para regular su concentración sanguínea y para regular tanto la carga osmótica como el pH de la orina. La existencia de una patología renal se reflejará en el desequilibrio de la concentración de estas sustancias tanto en sangre como en orina de 24 horas. La interpretación de estas determinaciones es compleja ya que numerosas patologías, distintas a la renal, alteran su concentración. Junto a otras pruebas como el aclaramiento de creatinina, la determinación de urea sanguínea y urinaria, la determinación de Calcio (Ca++) y Fósforo (PO4H3-) en sangre y orina, etc., representan una buena aproximación de la función renal.

Anormales y Sedimento Urinario

Este es uno de los análisis más inespecíficos y sensibles para detectar cualquier tipo de alteración renal. La primera parte de la prueba consiste en detectar, mediante tiras reactivas, la presencia de sustancias que en situación normal no estarían presentes. También informa de la densidad y el pH de la orina. Posteriormente, se procede a la observación al microscopio de la muestra de orina concentrada 10 veces, para informar la presencia de materiales insolubles o elementos formes que se han acumulado en la orina durante la filtración glomerular y el tránsito del líquido por los túbulos renales y del tracto urinario inferior.

Proteínas en Orina

Normalmente no aparecen en orina salvo en determinadas circunstancias como en el embarazo, tras hacer deporte, después de haber estado mucho tiempo de pie, etc. No obstante, hay causas patológicas que se manifiestan con proteinuria (proteínas en orina). El estudio de laboratorio de la proteinuria comienza con la determinación de la concentración de proteínas totales en orina. Si se detecta su presencia hay que descartar que se deba a una patología no renal que implique un aumento de producción, como en mielomas, fiebre, procesos inflamatorios, quemaduras, etc. Una vez descartadas estas posibilidades, la causa será renal. En este caso, la proteinuria puede deberse a una alteración del glomérulo que permite que las proteínas filtren y/o a una alteración del túbulo, que no las reabsorbe.

Iones

Los Minerales son elementos químicos imprescindibles para el normal funcionamiento metabólico. El agua circula entre los distintos compartimentos corporales llevando electrolitos, que son partículas minerales en solución. Tanto los cambios internos como el equilibrio acuoso dependen de su concentración y distribución.

Los minerales se pueden dividir acorde a la necesidad que el organismo tiene de ellos:

Los Macrominerales, también llamados minerales mayores, son necesarios en cantidades mayores de 100 mg por día. Entre ellos, los más importantes que podemos mencionar son: Sodio, Potasio, Calcio, Fósforo, Magnesio y Azufre.

Los Microminerales, también llamados minerales pequeños, son necesarios en cantidades muy pequeñas, obviamente menores que los macrominerales. Los más importantes para tener en cuenta son: Cobre, Yodo, Hierro, Manganeso, Cromo, Cobalto, Zinc y Selenio.

Sodio

El promedio normal de Sodio (Na) intercambiable en los adultos sanos es de 41 meq./kg, mientras que la cantidad total de sodio corporal es de 58 meq./kg.

Mineral

Por lo tanto, aproximadamente 17 meq./kg. no están disponibles para intercambio. Por otro lado la gran mayoría de este sodio no intercambiable se encuentra en la malla cristalina de la hidroxiopatita de los huesos.

La distribución del Nay K+ en el cuerpo se da a continuación y la misma es principalmente extracelular:
Componente Cantidad (% del total)
  Na K
Intracelular total 9.0 89.6
Extracelular total 91.0 10.4
Plasma 11.2 0.4
Liquido intestinal 29.0 1.0

Tejido conectivo denso y cartílagos

11.7 0.4
Huesos 36.5 7.6
Locallizaciones transcelulares 2.6 1.0

Dado que el sodio es el principal catión del plasma, la presión osmótica del plasma se correlaciona con la concentración de Na+ en el mismo (plasma). La cantidad de sodio requerida por el organismo diariamente equivale a 400 mg/dia, donde el exceso del mineral se excreta por los riñones en la orina o con el sudor.

El exceso de sodio tiene conocidas consecuencias que van desde la hipertensión, los problemas cardiovasculares, edemas (retención de líquidos e inflamaciones) hasta los cálculos. El motivo de restringir el uso de sodio en las dietas se basa en que el volúmen del líquido extracelular depende en gran medida de su contenido sódico; y la reducción de dicho líquido se logra disminuyendo las reservas totales de Na++ . El plan de alimentación hiposódico tiene mas de un uso. Se aplica en la dietoterapia de enfermedades hipertensivas y cardiovasculares; y para toda enfermedad que evolucione con edemas.

Una dieta, se considera hiposódica cuando tiene menos de 5 gr. de sal/día algo equivalente a 2 gr de Na++ . Tal como ocurre con la mayoría de los minerales, todos los alimentos cuentan con sodio en su composición química. Sin embargo hay alimentos que lo contienen en cantidades muy elevadas. Esos alimentos son los principales excluidos en las dietas hiposódicas. Los alimentos que mayor cantidad de sodio tienen, y por ende son los primeros en ser reemplazados al momento de aplicar una restricción al consumo de sodio son: Fiambres, embutidos, encurtidos, salazones, conservas, enlatados, quesos duros, productos de copetín (botana), mayonesas, mostazas, salsas, cubitos de sopa, sopas en polvo, manteca, margarinas, amasados de pastelería, pan, tapas de tarta, empanadas, tacos, harinas leudantes y polvos para preparación de biscochuelos, entre otros. La ingesta normal de alimentos cubre las necesidades diarias requeridas de sodio y en muchos casos hasta puede excederla. La sal adicional que uno utilice, normalmente hace que se excedan los requerimientos diarios del mineral.

Potasio

Es el mineral que aparece en mayor cantidad en el cuerpo humano después del calcio, y del fósforo y que siempre aparece asociado con el sodio. Este macromineral mantiene la presión normal en el interior y el exterior de las células, regula el balance de agua en el organismo, disminuye los efectos negativos del exceso de sodio y participa en el mecanismo de contracción y relajación de los músculos (sobre todo en los pacientes cardíacos). El 97% del potasio se encuentra intracelularmente y el 3% restante en forma extracelular.

Patatas

El potasio se encuentra presente en: granos, carnes, vegetales, frutas y legumbres. Aproximadamente el 90% del potasio ingerido es absorbido en el intestino delgado y la forma en que el cuerpo lo elimina es a través de la orina.

El consumo excesivo de café, té, alcohol y/o azúcar aumenta la pérdida de este a través de la orina. El resultado de efectuar dietas estrictas en calorías, de los vómitos, diarreas, transpiración aumentada, pérdidas excesivas por uso de diuréticos y quemaduras originan la deficiencia del mineral en el organismo. Los síntomas que indican su ausencia son inmediatos, y se muestran como: debilidad muscular, nauseas, vómitos, irritabilidad y hasta irregularidad cardíaca. Contrariamente, la falla renal y la no ingestión de líquidos, genera excesos de presencia de este macromineral en la sangre.

El requerimiento diario de potasio se acerca a los 3,5 g/día

Proteinuria Glomerular: Para estudiarla, se determina una proteína de un tamaño límite para la filtración, por ejemplo albúmina, y otra proteína de gran tamaño que en condiciones normales no filtra como por ejemplo las inmunoglobulinas. Si estas proteínas aparecen en orina, indican una lesión glomerular.

Proteinuria Tubular: Para estudiarla, se determina una proteína que filtra en el glomérulo pero es reabsorbida totalmente en el túbulo, con lo que no debería aparecer en la orina. Se determinan proteínas pequeñas como por ejemplo la proteína transportadora de retinol, a1-microglobulina, b2-microglobulina, etc. Si aparecen en orina se debe a que el túbulo no está reabsorbiendo correctamente.

Proteinuria Mixta: Aparecen todo tipo de proteínas en orina porque se encuentran dañados tanto el glomérulo como el túbulo de las nefronas. Todos los parámetros anteriormente descritos indicarán que existe un daño renal.